Los neandertales, nuestros primos evolutivos cercanos, habitaron Europa y partes de Asia durante la época del Pleistoceno. Si bien comparten muchas similitudes con los humanos modernos, todavía hay muchos aspectos de sus vidas y comportamientos que siguen envueltos en un velo de misterio. Comprender cómo obtuvieron y consumieron los alimentos es esencial para reconstruir su estilo de vida general y su adaptación a su entorno.
Para este estudio, los científicos examinaron cuidadosamente sitios arqueológicos donde se encontraron restos de neandertales junto con huesos de aves. Analizaron meticulosamente las marcas de corte y otras modificaciones presentes en los huesos de las aves para inferir cómo los neandertales masacraban y consumían a estos animales.
Equipados con este conocimiento, los científicos se propusieron replicar las antiguas técnicas de matanza utilizando réplicas de herramientas neandertales. Seleccionaron varias especies de aves que probablemente estaban disponibles para los neandertales en función de las condiciones ambientales de su época.
El proceso de replicación implicó reproducir meticulosamente los pasos que habrían seguido los neandertales para procesar las aves. Les quitaban las plumas con cuidado, desmembraban a las aves y separaban la carne de los huesos, prestando mucha atención a la forma en que se hacían los cortes.
Al replicar estos antiguos métodos de matanza, los científicos obtuvieron información valiosa sobre las capacidades y técnicas de los neandertales. Pudieron determinar qué partes de las aves se consumían preferentemente, cómo se preparaban para cocinarlas o consumirlas y en qué medida utilizaban los recursos de las aves.
Este enfoque práctico proporcionó una visión tangible de los aspectos cognitivos y culturales del comportamiento neandertal. Los investigadores creen que este tipo de arqueología experimental es crucial para comprender la trayectoria evolutiva del comportamiento humano, ya que permite una comprensión más profunda y matizada de la vida cotidiana de nuestros antiguos predecesores.
En conclusión, este esfuerzo científico por replicar los métodos de matanza de los neandertales ha arrojado luz sobre los hábitos alimentarios y las prácticas culturales de nuestros antepasados. Mediante un examen meticuloso y la replicación de técnicas antiguas, los científicos pueden reconstruir un aspecto crítico de la vida neandertal, acercándonos a la comprensión de la diversidad y complejidad de nuestra historia evolutiva humana.