* Gravedad: La inmensa gravedad del sol es la fuerza principal que sostiene a los planetas en sus órbitas. Cada planeta se siente atraído por el sol, pero su velocidad orbital contrarresta este tirón, evitando que caigan al sol.
* Mecánica orbital: Los planetas viajan en órbitas elípticas alrededor del sol. Cada planeta tiene su propio camino orbital, determinado por su velocidad y distancia desde el Sol. Este camino único evita que los planetas colisionen entre sí.
* vastas distancias: Los planetas en nuestro sistema solar están increíblemente separados. Las distancias entre ellos son enormes, reduciendo la posibilidad de encuentros cercanos y colisiones. Por ejemplo, la distancia promedio entre la Tierra y Marte es de 140 millones de millas (225 millones de kilómetros).
En esencia, es un delicado equilibrio entre la gravedad, la velocidad orbital y la distancia que evita que los planetas en nuestro sistema solar colisionen entre sí.