1. misiones de naves espaciales: Esto implica enviar sondas robóticas, satélites e incluso una nave espacial tripulada para explorar diferentes objetos celestiales como planetas, lunas, asteroides y cometas. Estas misiones recopilan datos a través de instrumentos como cámaras, espectrómetros, radar y otras herramientas científicas.
2. Observaciones terrestres: Esto implica el uso de telescopios y otros instrumentos en la Tierra para observar y analizar objetos en el espacio. Estas herramientas pueden ser telescopios ópticos, radiotelescopios, telescopios de rayos X y más, cada uno detectando diferentes tipos de radiación desde el espacio.
Ambos métodos tienen sus fortalezas y debilidades. Las misiones de la nave espacial ofrecen observaciones de primer plano y detalladas, pero son costosas y requieren una planificación cuidadosa. Las observaciones terrestres son más accesibles y pueden usarse para estudiar una gama más amplia de objetos, pero su resolución está limitada por la atmósfera de la Tierra.