Esto es lo que sabemos:
* Evidencia indirecta: Los científicos usan datos sísmicos (de Moonquakes) y mediciones gravitacionales para inferir la estructura y temperatura interna de la Luna.
* Modelos: Los modelos de computadora nos ayudan a simular la formación y la evolución de la luna, lo que nos permite predecir la temperatura del núcleo.
* Comparación con la Tierra: Comparar el tamaño, la composición y la actividad geológica de la Luna con la Tierra nos da algunas pistas sobre su temperatura central.
Si bien la temperatura exacta sigue siendo incierta, estos métodos nos dan una buena idea de que el núcleo de la luna sea considerablemente más caliente que su superficie, pero mucho más fresco que el núcleo de la Tierra.