Aquí está la esencia:
* El cuadrado del período orbital de un planeta es proporcional al cubo de su distancia promedio desde el sol.
Esto significa que:
* Los planetas más lejos del sol tardan más en orbitarlo. Esto se debe a que tienen una distancia mayor para cubrir, pero también porque el tirón gravitacional del sol es más débil a mayor distancias.
* La relación entre el período orbital y la distancia no es lineal, sino más bien una ley de poder. Esto significa que un planeta dos veces más lejos del sol no solo tarda el doble en órbita, sino más bien aproximadamente 2.8 veces más.
Puntos clave:
* Esta ley se basó en observaciones de los planetas conocidos en ese momento, especialmente Marte.
* Revolucionó nuestra comprensión del movimiento planetario y proporcionó una herramienta poderosa para predecir las órbitas de los objetos celestiales.
* También sentó las bases de la Ley de Gravitación Universal de Newton, que proporcionó una explicación física para las observaciones de Kepler.
En resumen: La tercera ley de Kepler estableció una relación matemática precisa entre la distancia de un planeta del Sol y su período orbital, allanando el camino para una comprensión más precisa del sistema solar.