He aquí por qué:
* proximidad: Los satélites LEO orbitan en altitudes que van desde 160 a 2,000 kilómetros (100-1,200 millas) sobre la Tierra. Esta proximidad permite observaciones detalladas de la atmósfera superior, incluida su composición, temperatura, densidad y patrones climáticos.
* Variedad de instrumentos: Los satélites LEO llevan una amplia gama de instrumentos para estudiar la atmósfera superior. Estos incluyen:
* espectrómetros: Mida las longitudes de onda de la luz emitidas por gases atmosféricos.
* radares: Detectar y rastrear fenómenos atmosféricos como auroras y trastornos ionosféricos.
* espectrómetros de masas: Analice la composición de gases atmosféricos.
* Detectores de partículas: Mida el flujo de partículas cargadas del sol y el espacio.
Ejemplos de satélites Leo que estudian la atmósfera superior:
* Estación espacial internacional (ISS): Organiza varios experimentos e instrumentos para la investigación atmosférica.
* Formosat-3/Cosmic: Mide la temperatura y la densidad de la ionosfera utilizando señales GPS.
* GO (satélite ambiental operacional geoestacionario): Proporciona monitoreo continuo de la actividad solar y su impacto en la atmósfera superior.
Vale la pena señalar que, si bien Leo es ideal para la investigación de la atmósfera superior, algunos estudios requieren altitudes más altas. órbita de la tierra geoestacionaria (Geo) Los satélites, en órbita a 35,786 kilómetros (22,236 millas), ofrecen una perspectiva única para el monitoreo a largo plazo de las condiciones atmosféricas y el clima espacial.