1. Falta de evidencia empírica: La astrología afirma que las posiciones de los cuerpos celestes en el momento del nacimiento influyen en los rasgos de personalidad y los eventos futuros. Sin embargo, no existe evidencia científica consistente y verificable para respaldar estas afirmaciones. Numerosos estudios no han podido encontrar una correlación estadísticamente significativa entre los signos astrológicos y los resultados de la personalidad, el comportamiento o la vida.
2. Predicciones no falsificables: Las teorías científicas deben ser falsificables, lo que significa que pueden ser probadas y potencialmente demostradas equivocadas. Las predicciones de la astrología a menudo son vagas y abiertas a la interpretación, lo que dificulta la prueba rigurosa. Incluso cuando las predicciones fallan, los proponentes a menudo pueden encontrar formas de explicarlas, obstaculizando la falsiabilidad.
3. Falta de un marco teórico: A diferencia de las disciplinas científicas, la astrología carece de un marco teórico cohesivo para explicar cómo las posiciones celestiales podrían ejercer influencia en la vida humana. Se basa en evidencia anecdótica y creencias antiguas en lugar de hipótesis comprobables y principios científicos.
4. Ausencia de experimentos controlados: La investigación científica se basa en experimentos controlados para aislar variables y establecer relaciones de causa y efecto. La astrología no utiliza tales métodos, lo que dificulta determinar la validez de sus reclamos.
5. Dependencia de la subjetividad e interpretación: Las interpretaciones astrológicas a menudo se basan en juicios subjetivos y sesgos personales, lo que lleva a predicciones inconsistentes y poco confiables.
6. Datos conflictivos e inconsistentes: Diferentes sistemas astrológicos y escuelas de pensamiento a menudo se contradicen entre sí, lo que dificulta establecer un cuerpo de conocimiento consistente y confiable.
En resumen, la astrología carece de evidencia empírica, predicciones comprobables, marco teórico y metodología rigurosa que definen disciplinas científicas. Se considera una pseudociencia debido a su dependencia de afirmaciones sin fundamento, interpretaciones subjetivas y falta de validación científica.