Así es como funciona:
* Gravedad de la Tierra: La tierra ejerce un tirón gravitacional sobre todo lo que le rodea, incluidos los telescopios en órbita. Este tirón es lo que evita que el telescopio vuele al espacio.
* Velocidad orbital: Para contrarrestar la gravedad de la Tierra y permanecer en órbita, el telescopio debe moverse a una velocidad específica, llamada velocidad orbital. Esta velocidad es suficiente para garantizar que el camino del telescopio se curva alrededor de la tierra en lugar de caerse hacia abajo.
* órbita circular: Si la velocidad del telescopio está perfectamente equilibrada con la gravedad de la Tierra, seguirá una órbita circular. Esto significa que viajará a una velocidad y distancia constante desde la tierra.
* órbita elíptica: La mayoría de los satélites, incluidos los telescopios, siguen las órbitas elípticas. Esto significa que su distancia desde la tierra varía en toda su órbita. Se mueven más rápido cuando más cerca de la Tierra y más lento cuando está más lejos.
En resumen, un telescopio en órbita cae constantemente hacia la Tierra, pero su velocidad horizontal es suficiente para evitar que golpee el suelo. Es como lanzar constantemente una pelota hacia adelante, pero con una curvatura a su camino que coincide con la curva de la Tierra.