El sol se encuentra en un estado de materia conocido como plasma. El plasma es un gas ionizado caliente que consta de iones cargados positivamente y electrones cargados negativamente que están separados entre sí. En el caso del Sol, las temperaturas y presiones extremadamente altas en su núcleo hacen que los átomos se descompongan en sus núcleos y electrones individuales, formando un estado de plasma.