1. Aléjate de la gravedad de la estrella:
- Sin la atracción gravitacional de una estrella, el planeta ya no estaría ligado al campo gravitacional de la estrella y comenzaría a alejarse. Este proceso se denomina a menudo "expulsión" o "escape del sistema estelar".
2. Sin órbita estable:
- Sin una órbita estable, la trayectoria del planeta sería impredecible. Podría convertirse en un planeta rebelde, deambulando por el espacio sin ninguna influencia gravitacional. Alternativamente, podría ser capturado por la atracción gravitacional de otra estrella cercana o de un objeto masivo, dando lugar a una nueva. trayectoria orbital.
3. Cambios de temperatura:
-Apartarse de la gravedad de la estrella significa perder la luz y el calor de la estrella. Sin una fuente estable de energía estelar, la temperatura de un planeta caería drásticamente y eventualmente llegaría a ser muy fría.
4. Cambios atmosféricos:
- A medida que bajan las temperaturas, la atmósfera de un planeta puede sufrir cambios significativos, como congelación, colapso o evaporación completa. Cualquier agua líquida en la superficie del planeta también se congelaría o evaporaría, provocando que el ambiente se volviera seco y frío.
5. Supervivencia de la vida:
- Una órbita estable y un entorno habitable son cruciales para la supervivencia de las formas de vida. Un planeta que perdiera su órbita significaría condiciones que harían imposible la vida, incluidas temperaturas extremas, falta de luz y la posible presencia de radiación cósmica.
6. Efectos de la gravedad orbital:
-Perder órbita significa también perder gravedad orbital, lo que tiene consecuencias para la estructura del planeta, la tectónica de la corteza y la tectónica de placas. La actividad geológica planetaria puede cambiar o incluso cesar.
7. Entorno espacial:
- Al flotar en el espacio, los planetas estarán expuestos al entorno del espacio exterior, incluidos los impactos de radiaciones de alta energía, micrometeoroides y polvo espacial. Estos factores provocan una erosión continua y un impacto en la superficie del planeta.
Por lo tanto, si un planeta pierde su órbita, sufrirá cambios dramáticos y es posible que nunca vuelva al mismo estado habitable que antes.