No, los agujeros negros no son fríos por naturaleza. Son increíblemente calientes. Si bien el horizonte de sucesos de un agujero negro, el punto de no retorno, puede parecer frío, esto se debe al efecto de dilatación del tiempo gravitacional que hace que los objetos que se acercan al agujero negro parezcan ralentizarse y eventualmente congelarse. Sin embargo, dentro del agujero negro, las temperaturas pueden alcanzar millones o incluso miles de millones de Kelvin. Este calor extremo es el resultado de las fuerzas gravitacionales que actúan cerca del agujero negro, que hacen que la materia que cae se comprima y caliente increíblemente. Además, el disco de acreción que rodea el agujero negro también contribuye a las altas temperaturas, ya que la materia en este disco se calienta mediante colisiones y fricción.