Sin embargo, no todos los científicos están convencidos de que la sonda Huygens haya aterrizado en un mar líquido. Algunos argumentan que la señal del radar podría explicarse por una capa de arena húmeda o hielo, y que los objetos redondeados podrían ser sólidos en lugar de flotar. Además, la sonda Huygens no detectó olas ni ninguna otra evidencia de movimiento en la superficie, que se esperaría en un mar líquido.
En última instancia, la cuestión de si Titán tiene o no un mar en la superficie sigue sin resolverse. Sin embargo, los datos de la sonda Huygens han proporcionado pruebas sólidas que respaldan esta hipótesis, y es una cuestión que seguirá siendo investigada en futuras misiones a Titán.
Además del debate sobre la presencia de un mar líquido, los datos de la sonda Huygens también han proporcionado información valiosa sobre la composición de la superficie de Titán. El módulo de aterrizaje de la sonda aterrizó sobre un material blando y rico en materia orgánica que no se parecía a nada visto anteriormente en el sistema solar. Se cree que este material está compuesto de hidrocarburos complejos, como el benceno y el acetileno, que se han producido por la interacción de la luz solar con la atmósfera de Titán.
Los datos de la sonda Huygens también han revelado que la superficie de Titán es sorprendentemente variada. La sonda observó una amplia gama de terrenos, incluidas dunas, montañas y valles. Esto sugiere que Titán es un mundo geológicamente activo y que su superficie está siendo moldeada constantemente por procesos como el viento y la erosión.
La misión de la sonda Huygens fue un gran éxito y proporcionó una gran cantidad de información sobre la superficie y la atmósfera de Titán. Sin embargo, quedan muchas preguntas sin respuesta y serán necesarias futuras misiones a Titán para mejorar nuestra comprensión de esta fascinante luna.