Aunque se ha descubierto que algunos meteoritos contienen moléculas orgánicas, estas moléculas son generalmente compuestos químicos simples que no proporcionan evidencia directa de vida. Las moléculas orgánicas complejas y los componentes básicos de la vida, como los aminoácidos, que se encuentran en algunos meteoritos carbonosos son descubrimientos interesantes, pero no necesariamente indican la existencia de organismos vivos.
Para que se produzca la panspermia, es necesario superar varios desafíos. En primer lugar, serían necesarios organismos capaces de sobrevivir a las duras condiciones del espacio, como las temperaturas extremas, la radiación y el vacío del espacio. Además, las condiciones necesarias para sustentar la vida en un nuevo planeta o cuerpo celeste tendrían que ser adecuadas para la supervivencia y replicación de los microorganismos transferidos. Sin embargo, es fundamental señalar que actualmente tenemos un conocimiento limitado sobre las condiciones necesarias para que la vida surja y prospere en diferentes planetas o cuerpos celestes.
Si bien la panspermia sigue siendo una hipótesis interesante, es esencial abordarla con una perspectiva científica y crítica, considerando las complejidades y limitaciones de transferir y sostener vida a través del espacio. Se necesitan pruebas y investigaciones científicas exhaustivas para fundamentar o refutar la hipótesis y obtener una comprensión más clara de los orígenes de la vida en el universo.