1. Hipótesis nebular :El punto de partida es una vasta nube giratoria de gas y polvo conocida como nebulosa. Esta nebulosa está compuesta principalmente de hidrógeno y helio, con trazas de elementos más pesados.
2. Colapso gravitacional :Dentro de la nebulosa, pequeñas fluctuaciones o perturbaciones de densidad pueden provocar que las regiones colapsen bajo su propia gravedad. A medida que se acumula más y más materia, el núcleo central se vuelve más denso y caliente.
3. Formación de protoestrellas :En el corazón de la nebulosa en colapso, se forma una protoestrella central. Esta protoestrella es la precursora de una estrella y está rodeada por un disco giratorio de gas y polvo llamado disco protoplanetario.
4. Disco protoplanetario :Dentro del disco protoplanetario, las partículas sólidas, conocidas como planetesimales, comienzan a chocar y pegarse mediante un proceso llamado coagulación. Estos planetesimales varían en tamaño desde pequeños granos de polvo hasta objetos de kilómetros de tamaño.
5. Acreción y crecimiento :Con el tiempo, los planetesimales continúan chocando y fusionándose debido a la atracción gravitacional, creciendo gradualmente en tamaño. Los planetesimales más grandes y masivos pasan a ser conocidos como protoplanetas.
6. Despeje de la órbita :A medida que los protoplanetas crecen en tamaño, comienzan a despejar sus órbitas barriendo y absorbiendo planetesimales y escombros cercanos. Este proceso ayuda a dar forma a la órbita del planeta y evita colisiones con otros objetos.
7. Formación central :A medida que los protoplanetas acumulan más masa, aumenta su gravedad. Esto les permite atraer materiales más densos, como hierro y níquel, que se hunden hasta el centro para formar un núcleo metálico.
8. Formación de la atmósfera :A medida que el protoplaneta continúa creciendo, su gravedad se vuelve lo suficientemente fuerte como para retener gases más ligeros, como hidrógeno, helio y metano. Estos gases forman la atmósfera del planeta.
9. Procesos geológicos :Una vez que el planeta se ha formado, entran en juego varios procesos geológicos. Estos incluyen la actividad volcánica, la formación de montañas, la erosión y la formación de océanos y continentes. Estos procesos dan forma a la superficie del planeta y contribuyen a sus características geológicas generales.
Vale la pena señalar que la formación de planetas es un proceso complejo y dinámico que puede variar dependiendo de factores como la composición y condiciones del disco protoplanetario y las interacciones entre diferentes objetos celestes.