En 2018, los científicos que utilizaron Curiosity hicieron un descubrimiento inesperado. El instrumento SAM del rover detectó un aumento de la presión atmosférica dentro del cráter Gale, donde estaba explorando. Esta anomalía fue desconcertante porque el clima en Marte suele ser muy estable.
El equipo de Curiosity inicialmente atribuyó la fluctuación de presión a un evento local, como una ráfaga de viento o un pequeño remolino de polvo. Sin embargo, observaciones adicionales revelaron que el aumento de presión era en realidad una señal de una tormenta de polvo masiva que se estaba gestando en la atmósfera marciana.
Mientras Curiosity continuaba monitoreando la situación, se hizo evidente que la tormenta de polvo estaba creciendo rápidamente y extendiéndose por todo el planeta. En cuestión de días, la tormenta envolvió todo el planeta, creando un apagón global que bloqueó la luz solar y cubrió la superficie de polvo.
La tormenta de polvo fue la más grande observada en Marte en varios años y tuvo un impacto significativo en la misión de Curiosity. El rover se vio obligado a suspender sus operaciones científicas y cambiar a un modo seguro, donde podría capear la tormenta.
A pesar de las difíciles condiciones, el equipo de Curiosity continuó monitoreando el progreso de la tormenta. El pequeño motor del instrumento SAM jugó un papel crucial en la recopilación de datos que ayudaron a los científicos a comprender el comportamiento y la evolución de la tormenta de polvo.
Al medir la presión atmosférica y otros parámetros ambientales, Curiosity proporcionó información valiosa sobre las tormentas de polvo marcianas y su impacto en el clima del planeta. Los datos recopilados durante la tormenta ayudaron a los científicos a comprender mejor la dinámica atmosférica marciana y el papel que desempeñan las tormentas de polvo en la configuración del medio ambiente del planeta.
En conclusión, un pequeño motor del rover Curiosity de la NASA, diseñado originalmente para analizar muestras de suelo y rocas, contribuyó a la identificación y seguimiento de una enorme tormenta de polvo marciana. Los datos científicos recopilados durante este evento inesperado mejoraron nuestra comprensión del tiempo y el clima marcianos, demostrando la versatilidad y adaptabilidad de la misión Curiosity.