Un factor crucial para hacer posible esta predicción fue la identificación de posibles "supernovas fallidas":estrellas masivas que sufren un colapso central pero no logran producir una explosión de supernova luminosa. Se teorizó que estas supernovas fallidas producían GRB de larga duración. Combinando observaciones de radiotelescopios y observatorios de rayos X, los astrónomos pudieron identificar varios candidatos para este tipo de supernovas fallidas.
Armados con esta información, los investigadores pudieron predecir el tiempo aproximado y la ubicación de posibles GRB asociados con estas supernovas fallidas. Las predicciones se hicieron públicas, lo que permitió a los observatorios de todo el mundo apuntar sus telescopios hacia las regiones previstas. Fieles a las predicciones, los GRB se detectaron dentro del plazo y la ubicación previstos, lo que confirmó los modelos teóricos y proporcionó información vital sobre la naturaleza de estos eventos cósmicos.
La predicción exitosa de los GRB galácticos pone de relieve las crecientes capacidades de los astrónomos para estudiar y comprender algunos de los fenómenos más extremos del universo. Estas observaciones no sólo amplían nuestro conocimiento sobre los ciclos de vida de las estrellas masivas, sino que también brindan oportunidades únicas para explorar las condiciones y procesos que crean estos poderosos estallidos de energía. A medida que sigamos perfeccionando nuestra comprensión y nuestras técnicas de observación, podemos esperar descubrimientos e ideas más innovadoras sobre los misterios del cosmos.