Actualmente, la comunidad científica no tiene una teoría ampliamente aceptada que sugiera que Júpiter empujó a Venus a un efecto invernadero descontrolado. Si bien es cierto que las interacciones gravitacionales entre planetas pueden influir en sus órbitas y climas durante largos períodos, el escenario específico que usted mencionó no está respaldado por evidencia sólida ni por consenso entre los expertos.