El Telescopio Espacial James Webb (JWST) es el telescopio espacial más poderoso del mundo, diseñado para estudiar los objetos más distantes del universo, incluidas las primeras estrellas y galaxias, y para buscar exoplanetas, que son planetas fuera de nuestro sistema solar.
Uno de los objetivos principales del JWST es encontrar y caracterizar exoplanetas similares a la Tierra que puedan ser habitables para la vida. El telescopio está equipado con una cámara de infrarrojo cercano (NIRCam) y un instrumento de infrarrojo medio (MIRI), que son sensibles a la tenue luz emitida por planetas fríos y rocosos como la Tierra.
El JWST es capaz de detectar exoplanetas mediante una técnica llamada fotometría de tránsito. Cuando un exoplaneta pasa frente a su estrella anfitriona, visto desde la Tierra, provoca una ligera caída en el brillo de la estrella. Al medir la profundidad y la duración de estos tránsitos, los astrónomos pueden determinar el tamaño y la órbita del exoplaneta.
Además de detectar exoplanetas, el JWST también puede estudiar las atmósferas de estos planetas. Al analizar la luz que atraviesa la atmósfera de un exoplaneta, los astrónomos pueden determinar su composición y buscar signos de moléculas que podrían estar asociadas con la vida, como agua, metano y oxígeno.
Se espera que el JWST haga contribuciones significativas a nuestra comprensión de los exoplanetas y su potencial de habitabilidad. Es probable que descubra miles de nuevos exoplanetas, incluidos planetas del tamaño de la Tierra en las zonas habitables de sus estrellas, donde las condiciones pueden ser las adecuadas para que exista agua líquida en la superficie.
También se espera que el telescopio proporcione información detallada sobre las atmósferas de estos exoplanetas, lo que nos ayudará a determinar si podrían albergar vida. El lanzamiento del JWST en diciembre de 2021 marca un gran paso adelante en nuestra búsqueda por comprender nuestro lugar en el universo y encontrar otras Tierras que puedan albergar vida.