Elias 2-27 está rodeado por un disco de gas y polvo, que se cree que es el lugar de nacimiento de los planetas. El equipo utilizó las potentes capacidades infrarrojas del Hubble para mirar a través del polvo y obtener imágenes directamente del disco. Lo que encontraron fue un sorprendente patrón espiral en el disco, con dos brazos espirales prominentes que se extienden hacia afuera desde la estrella.
Esta es la primera vez que se observa un patrón en espiral tan claro en un disco protoplanetario. Se cree que las espirales son causadas por interacciones gravitacionales entre el gas y el polvo en el disco, y proporcionan evidencia de que los planetas están en proceso de formación dentro del disco.
"Este es un gran avance en nuestra comprensión de la formación de planetas", afirmó Debes. "El patrón en espiral del disco muestra que los planetas se están formando de una manera muy ordenada y nos da una idea de las primeras etapas de la formación del sistema planetario".
El equipo cree que los brazos espirales del disco de Elias 2-27 son causados por la influencia gravitacional de dos o más protoplanetas que orbitan alrededor de la estrella. Se cree que estos protoplanetas se encuentran en las primeras etapas de formación y gradualmente están limpiando espacios en el disco a medida que orbitan. Los espacios aparecen como carriles oscuros en los brazos espirales.
El descubrimiento del patrón espiral en el disco de Elias 2-27 proporciona un fuerte apoyo a la teoría de la formación de planetas por inestabilidad gravitacional. Esta teoría propone que los planetas se forman cuando la fuerza gravitacional dentro de un disco protoplanetario se vuelve lo suficientemente fuerte como para superar la fuerza centrífuga que intenta expulsar el material del disco hacia afuera. Cuando esto sucede, el disco se vuelve inestable y comienza a fragmentarse en grupos, que eventualmente colapsan y forman planetas.
Las observaciones de Elias 2-27 proporcionan una confirmación directa de esta teoría y ofrecen una oportunidad única para estudiar las primeras etapas de la formación de planetas con un detalle sin precedentes.
"Este descubrimiento es un hito importante en nuestra comprensión de cómo se forman los planetas", dijo la Dra. Heidi Hammel, científica planetaria del Instituto de Ciencias Espaciales en Boulder, Colorado. "Ofrece una visión del funcionamiento interno de un disco protoplanetario y nos da una mejor comprensión de cómo surgió nuestro propio sistema solar".