El próximo Telescopio Espacial Romano de la NASA está diseñado para estudiar algunos de los eventos más extremos y luminosos del universo, incluidas supernovas, fusiones de galaxias y quásares. Para ello, Roman estará equipado con una cámara infrarroja de campo amplio y un grism, que es un tipo especial de filtro que puede separar la luz en diferentes longitudes de onda.
Supernovas
Las supernovas son explosiones de estrellas masivas que han llegado al final de sus vidas. Estas explosiones pueden ser tan brillantes que pueden verse desde la Tierra a simple vista. Roman podrá estudiar supernovas con un detalle sin precedentes gracias a su potente cámara infrarroja. El telescopio podrá detectar el tenue brillo infrarrojo del polvo y el gas calentado por la onda de choque de la supernova. Roman también podrá estudiar la composición química de las supernovas, lo que puede proporcionar información sobre la vida y la muerte de estrellas masivas.
Fusiones de galaxias
Las fusiones de galaxias son las colisiones de dos o más galaxias. Estas colisiones pueden desencadenar ráfagas de formación estelar y eventualmente conducir a la formación de una sola galaxia más grande. Roman podrá estudiar las fusiones de galaxias con un detalle sin precedentes gracias a su cámara infrarroja de amplio campo. El telescopio podrá detectar la tenue luz infrarroja emitida por el polvo y el gas que se calientan durante la fusión. Roman también podrá estudiar la estructura y dinámica de las galaxias en fusión, lo que puede proporcionar información sobre el proceso de formación de galaxias.
Cuásares
Los cuásares son los núcleos activos de galaxias impulsados por agujeros negros supermasivos. Estos agujeros negros están rodeados de discos de acreción de gas y polvo que se calientan a temperaturas extremadamente altas. Los discos de acreción emiten grandes cantidades de energía en forma de luz y otras radiaciones electromagnéticas. Roman podrá estudiar los quásares con un detalle sin precedentes gracias a su grisma. El grisma permitirá a Roman separar la luz del disco de acreción del cuásar en diferentes longitudes de onda, lo que proporcionará información sobre la estructura y dinámica del cuásar.
El lanzamiento de Roman está previsto para 2027 y se colocará en órbita alrededor del Sol, a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Se espera que el telescopio funcione durante al menos cinco años y revolucionará nuestra comprensión del universo.