Si vivimos en un vacío gigante, significaría que la atracción gravitacional entre galaxias es más débil de lo que pensábamos, y esto podría explicar por qué el universo se está expandiendo a un ritmo tan rápido. Además, un vacío gigante también podría explicar por qué el universo parece homogéneo e isotrópico a gran escala, ya que el vacío suavizaría cualquier irregularidad en la distribución de la materia.
Hay algunas pruebas que apoyan la idea de que vivimos en un vacío gigante. Por ejemplo, las observaciones de la radiación cósmica de fondo de microondas han demostrado que el universo no es perfectamente uniforme y que hay algunas regiones que son más frías que otras. Esto podría ser una evidencia de que vivimos en el vacío, ya que las regiones más frías serían zonas donde hay menos materia.
Sin embargo, también hay algunas pruebas que contradicen la idea de un vacío gigante. Por ejemplo, las observaciones de la estructura a gran escala del universo han demostrado que las galaxias no están distribuidas aleatoriamente, sino que están agrupadas en filamentos y paredes. Esto podría ser evidencia de que el universo no es un vacío, sino que está lleno de una red de estructuras densas.
La pregunta de si vivimos o no en un vacío gigante aún no tiene respuesta, y es probable que sea objeto de muchas más investigaciones en el futuro. Si vivimos en el vacío, tendría profundas implicaciones para nuestra comprensión del universo y podría ayudarnos a comprender por qué es tan fascinante y complejo.