Por ejemplo, algunos investigadores han sugerido que el cerebro puede procesar información de dimensiones superiores mediante un proceso llamado "razonamiento hiperespacial". Este tipo de razonamiento implica pensar en objetos y espacios que existen más allá de las tres dimensiones de nuestro mundo físico.
Otra forma en que nuestro cerebro puede comprender la cuarta dimensión es a través de nuestros sueños. Los sueños a menudo se caracterizan por imágenes extrañas y surrealistas que pueden estar influenciadas por nuestra mente subconsciente, que puede acceder a información de dimensiones superiores.
Si bien no hay pruebas definitivas de que nuestros cerebros puedan ver la cuarta dimensión, la evidencia sugiere que es posible. Nuestra comprensión del cerebro humano todavía está evolucionando y es posible que algún día descubramos nuevas formas en las que nuestro cerebro pueda procesar información más allá de nuestra realidad tridimensional.