Los investigadores creen que el impacto de un asteroide cerca de lo que hoy es Sudbury, Ontario, Canadá, hace unos 1.850 millones de años, pudo haber provocado incendios forestales masivos que llenaron la atmósfera de humo y polvo, bloqueando la luz solar y provocando un enfriamiento global.
La teoría del impacto de Sudbury desafía la creencia arraigada de que la atmósfera primitiva de la Tierra, que carecía de cantidades significativas de oxígeno, no habría podido soportar incendios de coronas en un área tan amplia.
"Nuestra investigación sugiere que la visión convencional no es del todo correcta", dijo el investigador principal Chris Yakymchuk de la Universidad de Calgary en Canadá.
"Si bien es cierto que la atmósfera de la Tierra en ese momento tenía muy poco oxígeno, el impacto en sí y la posterior quema de aproximadamente el 10% de los bosques del mundo habrían liberado suficiente carbono a la atmósfera como para sustentar incendios generalizados".
El estudio fue publicado en la revista Nature Communications el lunes.
El impacto de un meteorito provocó un 'invierno nuclear' global
Los investigadores utilizaron una combinación de modelos climáticos y evidencia geológica para comprender el impacto de la colisión de Sudbury en el medio ambiente y el clima de la Tierra.
Descubrieron que el impacto generó un calor intenso, que incendió bosques en todo el mundo y provocó una caída de 20 grados Celsius (36 grados Fahrenheit) en las temperaturas globales promedio. Este fenómeno meteorológico extremo, conocido como invierno de impacto, se prolongó durante varios años.
La enorme cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera por los incendios creó un efecto invernadero, calentando el planeta lo suficiente como para soportar los incendios de la corona, pero no lo suficiente como para revertir la tendencia de enfriamiento global causada por el impacto.
"Los resultados sugieren que los incendios iniciales pueden haber creado las condiciones necesarias para incendios más duraderos y autosostenibles, lo que podría haber contribuido a los cambios ambientales dramáticos y duraderos observados en el registro geológico", dijo Yakymchuk.
Se cree que el impacto de Sudbury coincidió con un aumento significativo en la abundancia y complejidad de la vida en la Tierra, conocido como glaciación huroniana.
Si bien los mecanismos subyacentes al surgimiento de vida compleja durante este período aún no se comprenden completamente, los investigadores sugieren que las condiciones ambientales únicas creadas por el impacto y los incendios posteriores pueden haber influido.
"Nuestros hallazgos proporcionan una nueva perspectiva sobre la relación entre los grandes impactos de meteoritos y la evolución de la vida en la Tierra", afirmó Yakymchuk.