Las nubes de Venus han sido estudiadas extensamente por misiones espaciales, más recientemente por la misión Venus Express de la Agencia Espacial Europea. Estos estudios han demostrado que las nubes de Venus están compuestas principalmente de gotas de ácido sulfúrico y que las condiciones de temperatura y presión dentro de las nubes son extremadamente duras. La temperatura en las cimas de las nubes es de unos -45 grados Celsius y la presión es unas 90 veces mayor que la de la atmósfera terrestre. Estas condiciones son demasiado extremas para que sobreviva cualquier forma de vida conocida.