El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de California en Berkeley, encontró que los lentos giros de los planetas interiores pueden ser una consecuencia directa de la presencia de Júpiter. El enorme gigante gaseoso, que orbita unas cinco veces más lejos del Sol que la Tierra, ejerce una atracción gravitacional sustancial sobre el sistema solar interior.
Mediante simulaciones por computadora, los investigadores descubrieron que la atracción gravitacional de Júpiter puede provocar una disminución en la velocidad de giro de los planetas interiores con el tiempo. A medida que Júpiter interactúa con los planetas interiores, particularmente a través de resonancias gravitacionales, puede transferir parte de su momento angular al material circundante, incluidos asteroides y cometas. Este intercambio de momento angular ralentiza gradualmente el giro de los planetas interiores.
El estudio sugiere que este proceso de transferencia de momento angular puede haber sido particularmente pronunciado durante las primeras etapas de la formación del sistema solar, cuando el sistema solar interior estaba más densamente poblado de asteroides y cometas. Estos cuerpos habrían actuado como intermediarios en la transferencia del momento angular de Júpiter a los planetas interiores, lo que habría dado lugar a las velocidades de giro observadas que vemos hoy.
Uno de los hallazgos clave del estudio es que las velocidades de giro de los planetas interiores podrían estar directamente relacionadas con la masa de Júpiter. Los planetas que están más cerca de Júpiter y experimentan interacciones gravitacionales más fuertes con él tienden a tener giros más lentos. Por ejemplo, Mercurio, el planeta más interior, tiene el período de rotación más lento de todos los planetas del sistema solar, y una rotación dura unos 59 días terrestres.
El estudio se basa en investigaciones anteriores que proponían el papel de la influencia gravitacional de Júpiter en las velocidades de giro de los planetas interiores, pero ofrece una explicación más detallada basada en simulaciones por computadora. Los hallazgos también tienen implicaciones para comprender la evolución del giro de los exoplanetas en otros sistemas solares, ya que los planetas similares a Júpiter pueden desempeñar un papel similar en la configuración de las propiedades rotacionales de otros sistemas planetarios.
Si bien este estudio proporciona una solución prometedora al problema del spin-down, se necesitan más investigaciones y simulaciones para validar completamente el mecanismo propuesto. Sin embargo, ofrece un importante paso adelante en nuestra comprensión de por qué el sistema solar interior gira al ritmo que lo hace, acercándonos a desentrañar uno de los misterios perdurables de nuestro vecindario cósmico.