Un elemento importante del fotobomba que encuentran los astrónomos es la presencia de estrellas brillantes en el fondo. Cuando los objetos celestes están cerca de una estrella en el cielo, su tenue luz puede verse fácilmente abrumada, haciéndolos difíciles o imposibles de observar.
Para abordar este problema, los científicos han desarrollado algoritmos que mejoran el contraste de los planetas con los fondos estelares. Estos algoritmos estudian píxeles individuales dentro de una imagen y ajustan los niveles de brillo y color para resaltar los detalles planetarios mientras suprimen la luz de las estrellas.
Otro desafío de fotobomba surge cuando los planetas se colocan frente a galaxias o nebulosas distantes. En tales casos, las complejas estructuras y la tenue luz de estos objetos interfieren con la visibilidad del planeta.
Para abordar esto, los investigadores de la NASA recurren a algoritmos de segmentación de imágenes. Estos algoritmos dividen una imagen en distintas regiones según las características de color y textura, separando así los planetas de las estructuras celestes circundantes.
En los casos en que los planetas se superponen con otros objetos astronómicos, el equipo de la NASA utiliza técnicas de modelado por computadora y simulaciones físicas para restaurar la apariencia planetaria original. Se trata de recrear cómo la luz interactúa con el planeta y sus alrededores, generando en última instancia una reconstrucción del planeta no oscurecido.
Además, los científicos emplean técnicas de análisis fotométrico para medir con precisión el brillo de los planetas en múltiples longitudes de onda. Al estudiar la firma luminosa del planeta y compararla con patrones espectrales conocidos, pueden distinguir eficazmente entre la luz del planeta y otras fuentes en la imagen.
Los científicos de la NASA enfatizan que sus esfuerzos para superar los desafíos del fotobombardeo planetario apoyan directamente su exploración de exoplanetas distantes que orbitan estrellas distantes. Al eliminar o aislar planetas de los fotobombarderos, los astrónomos obtienen una mejor comprensión de las características planetarias, las condiciones atmosféricas y su idoneidad para una habitabilidad potencial.
A medida que la tecnología siga avanzando y estén disponibles nuevos instrumentos con sensibilidades mejoradas, la capacidad de eliminar fotobombas seguirá mejorando, desbloqueando conocimientos aún mayores sobre el vasto y diverso cosmos que rodea nuestro planeta.