La ecuación, que se basa en la gravedad cuántica, propone que el universo fluctúa constantemente entre estados de expansión y contracción y que no existía una singularidad inicial ni un punto de partida del tiempo y el espacio. Esto es contrario a la opinión predominante de que el universo comenzó a partir de un estado denso y caliente que se expandió rápidamente creando lo que observamos hoy.