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    Un estudio revela que aún puede existir hielo antiguo en objetos espaciales distantes
    La imagen de la izquierda fue capturada por la Cámara de Imágenes Visible Multicolor (MVIC), una parte del instrumento Ralph a bordo de New Horizons. Tomada el 1 de enero de 2019, solo 7 minutos antes de su máxima aproximación, la nave espacial estaba a solo unos 6700 km de la superficie. El crédito por esta notable captura es para la NASA, el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins y el Southwest Research Institute. La imagen de la derecha muestra la temperatura promediada orbitalmente en la profundidad de la piel estacional de Arrokoth, calculada según el método 2022 de Umurhan et al. La escala está en kilómetros y la orientación de la vista es similar a la imagen de la izquierda, mirando hacia el polo sur. Crédito:NASA, Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins y Instituto de Investigación del Suroeste

    Un artículo publicado recientemente en Icarus presenta hallazgos sobre el objeto 486958 Arrokoth del cinturón de Kuiper, que arroja nueva luz sobre la preservación de sustancias volátiles como el monóxido de carbono (CO) en cuerpos celestes tan distantes.



    En coautoría del Dr. Samuel Birch de la Universidad de Brown y del Dr. Orkan Umurhan, científico investigador senior del Instituto SETI, el artículo "Retención de CO Ice and Gas Within 486958 Arrokoth" utiliza Arrokoth como un estudio de caso para proponer que muchos objetos del cinturón de Kuiper (KBO) ), restos de los albores de nuestro sistema solar, aún podrían conservar sus hielos volátiles originales, desafiando nociones previas sobre el camino evolutivo de estas entidades antiguas.

    Los modelos de evolución de KBO anteriores han necesitado ayuda para predecir el destino de los volátiles en estos objetos fríos y distantes. Muchos se basaron en simulaciones engorrosas o suposiciones erróneas, subestimando cuánto tiempo podrían durar estas sustancias. La nueva investigación ofrece un enfoque más simple pero eficaz, comparando el proceso con la forma en que el gas se escapa a través de una roca porosa. Sugiere que los KBO como Arrokoth pueden mantener sus hielos volátiles durante miles de millones de años, formando una especie de atmósfera subterránea que frena una mayor pérdida de hielo.

    "Quiero enfatizar que la clave es que corregimos un profundo error en el modelo físico que la gente había estado asumiendo durante décadas para estos objetos tan viejos y fríos", dijo Umurhan. "Este estudio podría ser el impulso inicial para reevaluar la teoría de la evolución y actividad del interior del cometa."

    Nuestro modelo presenta un montón de escombros poroso, formado por una mezcla de CO y H2 refractario amorfo. O hielo, con radios de poros específicos 𝑟𝑝. La capa superior, representada en marrón, sufre un procesamiento térmico en una sola órbita, lo que resulta en la pérdida de CO (tanto hielo como gas) en esta capa. Debajo del frente de sublimación 𝑟𝑏, que se muestra en azul oscuro, el volumen de hielo de CO original permanece intacto. Con el tiempo, a medida que el frente de sublimación avanza hacia abajo (a la derecha en el modelo), el hielo de CO se incrusta en el H2 amorfo. La matriz de hielo comienza a sublimarse. El gas producido, indicado en azul claro, llena los poros y se mueve hacia arriba, alejándose del frente de sublimación. Crédito:Instituto SETI

    Este estudio desafía las predicciones existentes y abre nuevas vías para comprender la naturaleza de los cometas y sus orígenes. La presencia de hielos tan volátiles en los KBO respalda una narrativa fascinante de estos objetos como "bombas de hielo", que se activan y muestran un comportamiento cometario al alterar su órbita más cerca del sol.

    Esta hipótesis podría ayudar a explicar fenómenos como la intensa actividad explosiva del cometa 29P/Schwassmann-Wachmann, lo que podría cambiar la comprensión de los cometas.

    Como coinvestigadores de la próxima propuesta de misión CAESAR, los investigadores están adoptando un nuevo enfoque para comprender la evolución y la actividad de los cuerpos cometarios. Este estudio tiene implicaciones para futuras exploraciones y es un recordatorio de los misterios perdurables de nuestro sistema solar, que esperan ser descubiertos.

    Más información: Samuel P.D. Birch et al, Retención de hielo y gas de CO dentro de 486958 Arrokoth, Icarus (2024). DOI:10.1016/j.icarus.2024.116027

    Proporcionado por el Instituto SETI




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