Crédito:ESA / NASA
Una bolsa naranja y un cable amarillo están allanando el camino para las misiones a la luna. Al monitorear la radiación espacial y permitir comunicaciones más rápidas, el experimento Dosis-3D y el terminal Columbus Ka-band o ColKa, respectivamente, están proporcionando los conocimientos necesarios para permitir misiones más seguras en el espacio.
Las bolsas Orange Dosis-3D están por todas partes en el laboratorio Columbus de la Estación Espacial Internacional. Una serie de dosímetros activos y pasivos, miden la radiación espacial dentro del módulo y cómo penetra en las paredes de la Estación Espacial.
Los niveles de radiación en el espacio son hasta 15 veces más altos que en la Tierra. Tan pronto como los humanos abandonen el escudo protector que es la atmósfera de la Tierra, la radiación espacial se convierte en una seria preocupación.
El módulo Columbus está controlado por 11 dosímetros pasivos. Los dosímetros son del tamaño de una baraja de cartas y se adhieren a las paredes de Columbus con velcro. Los detectores registran cuánta radiación se ha absorbido en total durante el período que están en el espacio.
Este experimento ha estado monitoreando los niveles de radiación durante varios años y después de cada rotación de la tripulación de seis meses, los detectores se reemplazan para registrar los cambios en la radiación.
Además de los detectores pasivos, Dosis-3D utiliza dosímetros activos que miden las fluctuaciones en los niveles de radiación a lo largo del tiempo. Los datos de todos los socios de la estación se comparten para crear una imagen lo más completa posible de la radiación espacial.
Los dosímetros también se volarán en el Gateway, el próximo hábitat humano que se construirá en las proximidades de la luna, para generar una evaluación más precisa de la radiación en la órbita lunar.
Mientras tanto, el terminal de comunicaciones ColKa visible en esta imagen, conectará el módulo Columbus a los satélites European Data Relay System en órbita geoestacionaria que transfieren datos a través de estaciones terrestres europeas. ColKa se instaló durante una caminata espacial reciente y comenzó a ponerse en servicio esta semana. Permitirá velocidades de enlace ascendente y descendente más rápidas entre el segmento europeo de la Estación Espacial y los investigadores europeos en tierra.
El know-how adquirido en el diseño, la construcción y ejecución de ColKa podría potencialmente usarse para explorar más lejos de la Tierra en el Gateway alrededor de la luna. La ESA suministrará el módulo ESPRIT para comunicaciones, experimentos científicos, y reabastecimiento de combustible para el puesto de avanzada lunar internacional.
Estos ambiciosos planes requieren capacidades de navegación y telecomunicaciones confiables para tener éxito. Construirlos de forma independiente sería costoso, complejo e ineficiente.
Si este trabajo se subcontratara a un consorcio de empresas espaciales que pudieran poner una constelación de satélites alrededor de la luna, cada misión individual sería más rentable.