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  • Cómo los microplásticos están llegando a nuestras tierras de cultivo
    Los microplásticos son pequeñas partículas de plástico que miden menos de 5 milímetros (0,2 pulgadas). Pueden provenir de diversas fuentes, incluida la ropa sintética, las bolsas de plástico y los envases de alimentos. Los microplásticos también se pueden formar cuando trozos de plástico más grandes se descomponen con el tiempo.

    Los microplásticos son una gran preocupación porque pueden tener una serie de impactos negativos en el medio ambiente y la salud humana. Los microplásticos pueden ser ingeridos por la vida silvestre, donde pueden bloquear el tracto digestivo y provocar hambre. Los microplásticos también pueden absorber toxinas del medio ambiente, que luego pueden pasar a la cadena alimentaria. En los seres humanos, los microplásticos se han relacionado con una serie de problemas de salud, como inflamación, cáncer y problemas reproductivos.

    Los microplásticos están llegando a nuestras tierras agrícolas a través de varias vías. Una vía es mediante el uso de lodos de depuradora como fertilizante. Los lodos de depuradora son un producto de desecho que se produce en las plantas de tratamiento de aguas residuales. Contiene una alta concentración de materia orgánica, lo que lo convierte en un valioso fertilizante. Sin embargo, los lodos de depuradora también contienen microplásticos que pueden liberarse al medio ambiente cuando se aplican a tierras de cultivo.

    Otra vía para que los microplásticos ingresen a las tierras agrícolas es mediante el uso de mantillo plástico. El mantillo plástico es un tipo de lámina de plástico que se utiliza para cubrir el suelo alrededor de las plantas. El mantillo plástico ayuda a controlar las malas hierbas, conservar el agua y mejorar el rendimiento de los cultivos. Sin embargo, el mantillo plástico también puede descomponerse con el tiempo, liberando microplásticos al medio ambiente.

    Los microplásticos también pueden transportarse a las tierras de cultivo mediante el viento y el agua. Los microplásticos que se liberan al aire pueden ser transportados por el viento y depositados en las tierras de cultivo. Los microplásticos que se liberan en el agua pueden ser transportados por ríos y arroyos hasta las tierras de cultivo.

    La presencia de microplásticos en las tierras agrícolas es una gran preocupación porque pueden tener una serie de impactos negativos en los cultivos, el suelo y la calidad del agua. Los microplásticos pueden bloquear el crecimiento de los cultivos, reducir la fertilidad del suelo y contaminar los suministros de agua. Los microplásticos también pueden ser ingeridos por el ganado, lo que puede suponer un riesgo para la salud.

    Hay varias cosas que se pueden hacer para reducir la cantidad de microplásticos que ingresan a nuestras tierras de cultivo. Un paso es reducir el uso de productos plásticos. Otro paso es eliminar adecuadamente los residuos plásticos. Por último, podemos apoyar la investigación de nuevas tecnologías que puedan eliminar los microplásticos del medio ambiente.

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