Tinta de color estructural:Imprimible, no iridiscente y liviana
Una sola capa de nanoesferas de silicio produce colores estructurales brillantes que son independientes del ángulo de visión. El color se puede controlar mediante el diámetro de las esferas, donde las partículas más pequeñas son más azules y las más grandes, más rojas. Crédito:Fujii Minoru
Una nueva forma de crear color utiliza la dispersión de luz de longitudes de onda específicas alrededor de pequeños cristales de silicio, casi perfectamente redondos. Este desarrollo de la Universidad de Kobe permite imprimir colores estructurales que no se decoloran y que no dependen del ángulo de visión. El material tiene un bajo impacto ambiental y biológico y se puede aplicar en capas extremadamente finas, lo que promete importantes mejoras de peso con respecto a las pinturas convencionales.
Un objeto tiene color cuando se refleja luz de una longitud de onda específica. Con los pigmentos tradicionales, esto sucede cuando las moléculas absorben otros colores de la luz blanca, pero con el tiempo esta interacción hace que las moléculas se degraden y el color se desvanezca.
Los colores estructurales, por otro lado, generalmente surgen cuando la luz se refleja desde nanoestructuras paralelas separadas a la distancia justa para que solo la luz de ciertas longitudes de onda sobreviva mientras que otras se cancelan, reflejando solo el color que vemos.
Este fenómeno se puede observar en las alas de las mariposas o en las plumas de los pavos reales, y tiene la ventaja de que los colores no se degradan. Pero desde un punto de vista industrial, las nanoestructuras cuidadosamente dispuestas no se pueden pintar o imprimir fácilmente, y el color depende del ángulo de visión, lo que hace que el material sea iridiscente.
Los ingenieros de materiales de la Universidad de Kobe, Fujii Minoru y Sugimoto Hiroshi, han estado desarrollando un enfoque completamente nuevo para producir colores.