Los dispositivos electrónicos desperdician mucha energía al producir calor inútil. Esta es una de las principales razones por las que nuestros móviles consumen la batería con tanta rapidez. Investigadores de la Universidad de Luxemburgo han dado un paso adelante en la comprensión de cómo sucede esto y cómo se podrían reducir estos desechos controlando los flujos de energía a nivel molecular. Esto haría que nuestra tecnología fuera más barata y duradera.
Hasta ahora, los científicos tenían solo una visión promedio de la eficiencia de conversión de energía en nanodispositivos. Por primera vez, Se ha descrito un panorama más completo gracias a la investigación de la Universidad de Luxemburgo. "Descubrimos propiedades universales sobre la forma en que fluctúa la eficiencia energética de los nano-sistemas, ", explicó el profesor Massimiliano Esposito de la unidad de investigación de Física y Materiales de la Universidad de Luxemburgo. Con este conocimiento será posible controlar los flujos de energía con mayor precisión, así recortando desperdicios.
Estos controles de energía podrían lograrse mediante un regulador tecnológico que evitaría el proceso natural por el cual el calor generado en una parte de un dispositivo se pierde a medida que se propaga a áreas más frías. En otras palabras, esto agrega matices interesantes a la Segunda Ley de la Termodinámica, una de las teorías fundamentales de la física. Esta comprensión teórica de cómo regular los flujos de energía da vida al "demonio de Maxwell", una noción introducida por el principal matemático y físico del siglo XIX James Clerk Maxwell. Imaginó que este "demonio" podría anular las leyes de la naturaleza al permitir que las partículas frías fluyeran hacia áreas calientes.
Dos artículos recientes publicados en revistas científicas muy respetadas ( Revisión física X y Comunicaciones de la naturaleza ) describen estos hallazgos. El equipo de investigación del Prof. Esposito utilizó modelos matemáticos para llegar a estas conclusiones. Estas ideas se pondrán en práctica en el laboratorio antes de que se desarrollen eventuales aplicaciones tecnológicas prácticas.