Materiales dentro de una roca:
* Tipo de roca: Los diferentes tipos de rocas tienen diversos grados de resistencia a la meteorización mecánica. Por ejemplo, el granito, con sus cristales entrelazados, es generalmente más resistente que las rocas sedimentarias como la arenisca, que se puede descomponer fácilmente a lo largo de los planos de ropa de cama.
* Composición mineral: Algunos minerales son más susceptibles a la descomposición física que otros. Por ejemplo, el feldespato, un mineral común en granito, puede descomponerse fácilmente bajo presión, mientras que el cuarzo es mucho más resistente.
* Presencia de juntas y fracturas: Las rocas con grietas, articulaciones y fracturas existentes ofrecen más área de superficie para que actúen las fuerzas de meteorización, lo que lleva a una descomposición más rápida.
Condiciones que rodean la roca:
* Clima: Las fluctuaciones de temperatura (ciclos de congelación-descongelación) pueden hacer que las rocas se separen. Los climas secos con columpios a gran temperatura son especialmente propicios para este tipo de meteorización.
* agua: El agua juega un papel crucial en la meteorización mecánica. El agua puede penetrar grietas, congelar y expandir (cuña de heladas), o actuar como un agente abrasivo cuando fluye sobre rocas.
* Actividad biológica: Las raíces vegetales pueden crecer en grietas, ampliarlas y eventualmente romper rocas. Los animales también pueden contribuir excavando o cavando.
* Actividades humanas: La minería, la cantera y la construcción de carreteras pueden exponer rocas a una meteorización mecánica más rápida.
En resumen:
La interacción entre las propiedades inherentes de la roca y las condiciones ambientales circundantes determina el ritmo de la meteorización mecánica. Es por eso que puede encontrar tasas drásticamente diferentes de meteorización incluso en rocas del mismo tipo, dependiendo de su ubicación y las fuerzas que actúan sobre ellas.