Cuando la masa del núcleo resultante es menor que la suma de las masas de los núcleos originales, la diferencia de masa se libera en forma de energía. Esta energía es transportada por partículas como los fotones (rayos gamma) y los neutrinos.
La energía liberada en la fusión nuclear es enorme. Por ejemplo, la fusión de dos isótopos de hidrógeno, el deuterio y el tritio, libera alrededor de 17,6 MeV (megaelectronvoltios) de energía. Esto equivale a la energía liberada al quemar unas 10 toneladas de carbón.
El proceso de fusión nuclear es lo que impulsa al sol y a otras estrellas. En estos cuerpos celestes, la inmensa presión y temperatura en sus núcleos hacen que los átomos de hidrógeno se fusionen, liberando grandes cantidades de energía que sostienen la luminosidad y el calor de las estrellas.
En la Tierra, los científicos están trabajando en el desarrollo de la fusión nuclear como fuente de energía limpia y segura. El desafío radica en crear y controlar las condiciones extremas necesarias para que se produzcan reacciones de fusión. Lograr esto podría revolucionar la producción de energía al proporcionar una fuente de energía casi ilimitada y sostenible.