El nuevo cohete, llamado Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), está actualmente en desarrollo por la NASA y está previsto que realice su primer vuelo en 2021. El SLS está diseñado para ser más potente que el cohete Saturn V que llevó a los astronautas a la Luna. y se utilizará para lanzar futuras misiones a Marte y otros destinos del espacio profundo.
La decisión de la NASA de considerar la reutilización de piezas del transbordador supone un cambio respecto de sus planes anteriores para el SLS. Inicialmente, la agencia espacial tenía la intención de construir el SLS desde cero, utilizando nuevos materiales y tecnologías. Sin embargo, el costo del SLS se ha disparado en los últimos años y la NASA ahora está buscando formas de ahorrar dinero.
La reutilización de piezas del transbordador podría ahorrarle a la NASA miles de millones de dólares. El tanque de combustible externo y los propulsores de cohetes sólidos del programa del transbordador ya están construidos y certificados para vuelos espaciales, por lo que la NASA no tendría que gastar dinero para desarrollar otros nuevos. Además, la NASA podría utilizar la infraestructura existente en el Centro Espacial Kennedy para lanzar el SLS, lo que reduciría aún más los costos.
Sin embargo, también existen algunos desafíos asociados con la reutilización de piezas de lanzadera. El tanque de combustible externo y los propulsores de cohetes sólidos son viejos y es posible que sea necesario restaurarlos o reemplazarlos antes de que puedan usarse nuevamente. Además, la NASA deberá asegurarse de que las piezas del transbordador sean compatibles con el SLS.
Actualmente, la NASA está llevando a cabo un estudio para evaluar la viabilidad de reutilizar piezas del transbordador para el SLS. Se espera que el estudio esté terminado a principios de 2019, y luego la NASA tomará una decisión sobre si continúa o no con el plan.
Si la NASA decide reutilizar piezas del transbordador, sería un cambio significativo en los planes de la agencia para el SLS. Sin embargo, también podría ahorrarle a la NASA miles de millones de dólares y ayudar a acelerar el desarrollo del nuevo cohete.