Una de las críticas clave es que la película simplifica demasiado las causas de la tartamudez. En la película, Logue sugiere que la tartamudez del rey es principalmente psicológica y se deriva de un trauma emocional que experimentó en la infancia. Si bien los factores psicológicos pueden contribuir a la tartamudez, ahora se entiende que la afección es un trastorno neurológico complejo con múltiples causas, incluidos factores genéticos, de desarrollo y ambientales.
La película también retrata a Logue usando métodos poco ortodoxos para tratar la tartamudez del rey, como hacerlo cantar y usar trabalenguas. Si bien estas técnicas pueden haber sido efectivas para el rey de la película, no representan el enfoque estándar de la terapia del habla para la tartamudez. La terapia del habla moderna generalmente implica una combinación de técnicas, que incluyen ejercicios de respiración, técnicas de relajación y exposición gradual a situaciones de habla.
Sin embargo, "El discurso del rey" enfatiza la importancia de la relación terapeuta-cliente en la logopedia. La capacidad de Logue para establecer una relación sólida con el rey y crear un ambiente de apoyo se presenta como esencial para el progreso del rey. Este aspecto de la película es consistente con la investigación sobre la importancia de la alianza terapéutica en una logopedia exitosa.
En general, si bien "El discurso del rey" es un drama convincente que arroja luz sobre los desafíos que enfrentó el rey Jorge VI, su descripción de la ciencia detrás de la terapia del habla no es del todo precisa. La película simplifica las causas de la tartamudez y presenta algunos métodos de tratamiento poco ortodoxos. Sin embargo, la descripción positiva que hace la película de la relación terapeuta-cliente y su reconocimiento del impacto emocional de la tartamudez son contribuciones valiosas a la comprensión pública de esta condición.