En el espacio, no hay gravedad que empuje la nieve hacia abajo, por lo que flota como pequeños cristales de hielo. Estos cristales de hielo pueden formar copos de nieve, tal como lo hacen en la Tierra. Sin embargo, los copos de nieve espaciales suelen ser mucho más pequeños que los copos de nieve de la Tierra y tampoco se pegan entre sí. Esto se debe a que no hay atmósfera en el espacio que proporcione la fricción que ayuda a que los copos de nieve se peguen.
La nieve espacial puede ser un peligro para los astronautas. Si les entra en los ojos o la boca, puede provocar congelación. También puede dañar su equipo. Por este motivo, los astronautas llevan trajes especiales que les protegen del frío y de la nieve espacial.