Un estudio reciente del World Inequality Lab ha revelado sorprendentes similitudes en los patrones de desigualdad económica entre países. El estudio analizó datos de 73 países, que representan más del 90% de la población mundial. Los hallazgos resaltaron que la distribución del ingreso y la riqueza está muy sesgada en casi todos los países, y un pequeño porcentaje de la población controla una gran parte de los recursos. La desigualdad de ingresos, medida como la diferencia de ingresos entre el 1% más rico y el 50% más pobre, ha aumentado en general en las últimas décadas en muchos países. La proporción del ingreso nacional que va al 1% más rico es particularmente alta en países como Estados Unidos, India y Rusia, mientras que es menor en países como Dinamarca y Suecia, donde existen redes de seguridad social más sólidas y políticas fiscales progresivas. El estudio también encontró que la herencia y la acumulación de riqueza tienen un impacto sustancial en la desigualdad. El 1% más rico de la población suele acumular una proporción desproporcionadamente grande de la riqueza del país, y la brecha entre los ricos y el resto de la población se ha ampliado en muchos países. El informe concluyó que la desigualdad económica es generalizada y persistente a nivel mundial y que revertir estas tendencias requeriría cambios significativos en las políticas, incluidos impuestos progresivos, inversiones en educación y protección social, y medidas para reducir la concentración de la riqueza.