1. Lucha con toros
Uno de los métodos de entrenamiento más inusuales empleados por los antiguos olímpicos era la lucha con toros. Se pensaba que esta práctica ayudaba a los atletas a desarrollar fuerza, equilibrio y agilidad. Según el historiador griego Pausanias, el luchador Milón de Crotona era conocido por luchar con un toro todos los días y, finalmente, llevarlo sobre sus hombros por el estadio.
2. Dietas exclusivamente cárnicas
Los atletas olímpicos también creían que una dieta estricta era esencial para tener éxito en la competición. Su dieta consistía principalmente en carne, especialmente de ternera y cerdo, con cantidades mínimas de frutas, verduras y pan. Los atletas suelen evitar consumir grandes cantidades de líquido para prevenir la deshidratación y reducir la sudoración durante la competición.
3. Prohibiciones sexuales
Los antiguos olímpicos también creían que el sexo podía debilitar a los atletas y perjudicar su rendimiento. Como resultado, a menudo se abstenían de tener relaciones sexuales durante varias semanas antes de la competición. Un campeón olímpico de lucha afirmó que evitaba acercarse a una mujer o incluso pensar en ella desde el momento en que empezó a entrenar hasta el final de los juegos.
Además de estos métodos de entrenamiento, los atletas olímpicos también se sometían a una variedad de rituales y prácticas religiosas para complacer a los dioses y asegurar su victoria. Estos rituales incluían sacrificios a Zeus, oraciones y el transporte de objetos sagrados.
Si bien los métodos de entrenamiento de los antiguos olímpicos pueden parecer extremos, reflejaban la importancia que daban a los logros atléticos y su creencia en el poder de los dioses. Siguiendo estos rigurosos preparativos, los atletas griegos pudieron lograr increíbles hazañas de fuerza física y resistencia, lo que los convirtió en los atletas más famosos de su tiempo.