Las evaluaciones de riesgos normalmente consideran una variedad de factores, que incluyen:
* Factores estáticos: Estos son factores que no se pueden cambiar, como la edad, el sexo y los antecedentes penales de una persona.
* Factores dinámicos: Estos son factores que pueden cambiar con el tiempo, como la situación laboral, el uso de sustancias y la salud mental de una persona.
* Factores ambientales: Se trata de factores relacionados con el entorno de una persona, como la seguridad de su vecindario y el acceso a los servicios.
Las evaluaciones de riesgos se pueden utilizar para identificar a las personas que corren un alto riesgo de reincidencia y para desarrollar intervenciones que puedan ayudar a reducir su riesgo de cometer delitos en el futuro. Sin embargo, las evaluaciones de riesgos no siempre son precisas y, en ocasiones, pueden estar sesgadas en contra de ciertos grupos de personas, como las minorías y las personas con enfermedades mentales.
Es importante utilizar las evaluaciones de riesgos de manera justa y equitativa y considerarlas como solo una pieza de información al tomar decisiones sobre casos de justicia penal.