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Una nueva especie de murciélago de 16 millones de años ha sido descubierta por un grupo internacional que incluye a los profesores de la Universidad de Valencia Francisco J. Ruiz Sánchez y Plini Montoya. El hallazgo se realizó en el yacimiento paleontológico de Mas d'Antolino B, en la localidad de l'Alcora, y corresponde al Mioceno inferior de la región de Valencia en España.
La identificación se ha completado gracias al estudio de dientes aislados. El estudio ha sido publicado en Transacciones de ciencias ambientales y de la tierra de la Royal Society de Edimburgo.
Además de los dos profesores de la Universidad de Valencia, que pertenecen al Departamento de Botánica y Geología, el equipo estuvo integrado por los paleontólogos Vicente D. Crespo (Licenciado por la Universidad de Valencia), el Museo de la Plata (Argentina) y Paloma Sevilla, de la Universidad Complutense de Madrid.
La investigación hace referencia a un conjunto de restos fósiles de murciélagos procedentes de varios yacimientos de la localidad de Alcora (provincia de Castellón), concretamente cerca del pueblo de Araia d'Alcora. Estos fósiles obtenido en el marco de excavaciones autorizadas y financiadas por el Consejo de Cultura regional, han revelado algunos datos sorprendentes y de gran interés científico. Por ejemplo, se ha identificado una nueva especie, y en segundo lugar, el hallazgo de un nuevo género que hasta ahora no se había descubierto en forma fósil, que representa un verdadero taxón de Lázaro (lo que significa un taxón del que no hay registros fósiles durante un período de tiempo prolongado).
Es más, el grupo de murciélagos fósiles representaba una asociación típicamente tropical, más cerca de un período geológico anterior.
En el yacimiento paleontológico de Mas d'Antonio B, conocido desde 2008, numerosas especies de musarañas, ardillas hámsters lirón Se han encontrado cocodrilos y otros animales. Estos animales, enmarcado en un entorno que se asemejaría al bosque tropical actual, se remontan a hace más de 16 millones de años, al comienzo de la era conocida como Mioceno, concretamente la "edad de los mamíferos" denominada aragonés.
La nueva especie de murciélago ha sido "bautizada" con el nombre científico Cuvierimops penalveri, en honor al paleontólogo Enrique Peñalver, Ex profesor de la Universidad de Valencia y recientemente reconocido como uno de los mejores científicos internacionales por su trabajo sobre insectos fósiles, y que también realizó estudios en la misma zona donde se han producido estos nuevos hallazgos.
La nueva especie pertenece a la familia actual de murciélagos llamados molosidos o de cola libre, pero curiosamente pertenece a un género que se pensaba que se había extinguido diez millones de años antes. Dicha familia fue predominante en Europa durante el período Oligoceno, hace unos 23-33 millones de años, pero en el Mioceno temprano se había reducido a un pequeño número de especies, y hoy está representado por una sola especie. Por eso es sorprendente que, de los diez murciélagos descubiertos en Araia d'Alcora, cinco son de especies que pertenecen a dicha familia de molósidos.
También cabe destacar dentro de la colección recuperada un representante del Chaerephon, cuyos únicos fósiles encontrados hasta la fecha fueron solo 10, 000 años, lo que le da a este descubrimiento la categoría de taxón Lazarus. Otros murciélagos importantes que se encuentran en Araia d'Alcora son los molosidos Rhizomops, que es la primera vez que aparece en el Mioceno inferior, y el vespertilionid Submyotodon, encontrado por primera vez en un yacimiento paleontológico de la Península Ibérica.
En esta era, el ambiente en Araia correspondía a un bosque tropical, con prados que se habrían situado alrededor de un gran lago que ocupa la mayor parte de los actuales pueblos de l'Alcora, Ribesalbes y Fanzara. El ambiente tropical de la zona durante el Mioceno inferior está confirmado por la abundancia de murciélagos molósidos, que hoy son comunes en áreas de clima tropical, como Centro y Sudamérica, Etiopía, India o Australia.
La obtención de los restos fósiles de pequeños mamíferos requirió un minucioso proceso de limpieza-tamizado de varias toneladas de sedimento. así como la clasificación de los abundantes residuos obtenidos al final del proceso. El estudio de los dientes fósiles se realizó mediante varias técnicas, incluyendo microscopía electrónica.