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    Abastecerse para prepararse para una crisis no es comprar por pánico

    Crédito:CC0 Public Domain

    Los últimos días han traído informes de compradores que despejan los estantes de los supermercados de Wuhan y Hong Kong a Singapur y Milán en respuesta a la propagación del coronavirus. Este comportamiento a menudo se describe como "compra de pánico".

    Sin embargo, la investigación muestra que lo que está sucediendo aquí no tiene nada que ver con el pánico. Es una respuesta perfectamente racional a la situación.

    Respondiendo al desastre

    El pánico es uno de los comportamientos humanos más incomprendidos y mal interpretados. Lo común, La comprensión tradicional del fenómeno se basa en el mito más que en la realidad.

    Si entendemos el pánico como un estado de miedo incontrolable que impulsa un comportamiento irracional, entonces, la forma en que la gente suele responder ante un desastre es algo completamente distinto.

    Es una creencia común que la ley social se derrumba en un desastre. En la versión de Hollywood, sobreviene el caos y la gente actúa de manera ilógica o irrazonable. La realidad es muy diferente.

    La mayoría de las investigaciones rechazan la noción de un "síndrome de desastre" descrito como un estado de shock aturdido o la aparición de un pánico masivo. En desastres reales, la gente suele aferrarse a principios de comportamiento aceptable como la moralidad, lealtad, y respeto por la ley y las costumbres.

    Planificar el futuro

    Si no vemos el pánico, que estamos viendo A diferencia de la mayoría de los animales, los humanos pueden percibir algunas amenazas futuras y prepararse para ellas. En el caso de algo como el coronavirus, un factor importante es la velocidad a la que se puede compartir la información en todo el mundo.

    Vemos calles vacías en Wuhan y otras ciudades, donde las personas no pueden o no quieren salir por temor a contraer el virus. Es natural que queramos prepararnos para la amenaza percibida de una interrupción similar en nuestras propias comunidades.

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    El abastecimiento de alimentos y otros suministros ayuda a las personas a sentir que tienen cierto nivel de control sobre los eventos. Es un proceso de pensamiento lógico:si el virus llega a su área, desea poder reducir su contacto con los demás, pero también asegurarse de que pueda sobrevivir ese período de abstinencia.

    Cuanto mayor sea la amenaza percibida, más fuerte será la reacción. En esta etapa se cree que el virus tiene un período de incubación de hasta 14 días, por eso la gente quiere estar preparada para al menos 14 días de aislamiento.

    Una respuesta razonable

    Prepararse para un período de aislamiento no es el resultado de un miedo extremo o irracional, sino más bien una expresión de nuestros arraigados mecanismos de supervivencia. Históricamente, tuvimos que protegernos de cosas como los duros inviernos, malas cosechas o enfermedades infecciosas, sin la ayuda de las modernas instituciones sociales y tecnologías.

    Abastecerse de suministros es una respuesta válida. Indica que los ciudadanos no están reaccionando impotentes a una circunstancia externa, sino que están pensando y planificando una posible situación.

    Si bien parte de esta respuesta se debe al impulso de la autosuficiencia, también puede ser un comportamiento de rebaño hasta cierto punto. Un comportamiento de rebaño es aquel que se basa en la imitación de lo que hacen los demás; estos comportamientos pueden ser una especie de cooperación condicional con los demás (por ejemplo, bostezos).

    Errando por el lado de la precaución

    Mucha incertidumbre rodea a los desastres, lo que significa que todas las decisiones avanzadas se toman sobre la base de las amenazas percibidas, no del desastre real en sí. Debido a esta incertidumbre, la gente tiende a reaccionar de forma exagerada. En general, somos reacios al riesgo y nuestro objetivo es prepararnos para el peor de los casos en lugar del mejor.

    Cuando se trata de almacenar (o acumular) una gran colección privada de bienes para ayudarnos a superar un desastre, no sabemos cuánto necesitaremos porque no sabemos cuánto durará el evento.

    Respectivamente, tendemos a pecar de cautelosos y compramos demasiado en lugar de muy poco. Esta es la respuesta natural de una persona racional que se enfrenta a la incertidumbre del futuro y busca garantizar la supervivencia de su familia.

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    La importancia de las emociones

    Comprar grandes almacenes de suministros, lo que puede llevar a que los estantes de los supermercados se vacíen, puede parecer una respuesta emocional irracional. Pero las emociones no son irracionales:nos ayudan a decidir cómo enfocar nuestra atención.

    Las emociones permiten a las personas atender los problemas por más tiempo, preocuparse más por las cosas y mostrar más resiliencia. Son un elemento instintivo del comportamiento humano que a menudo no incluimos cuando intentamos comprender cómo actúa la gente.

    Los cambios en los comportamientos individuales pueden tener implicaciones a gran escala. Por ejemplo, un supermercado normalmente organizará su cadena de suministro y sus existencias sobre la base de niveles medios de consumo.

    Estos sistemas no manejan muy bien las grandes fluctuaciones de la demanda. Entonces, cuando la demanda aumenta, como ha sucedido en algunas partes de China, Italia y otros lugares:el resultado son estantes vacíos.

    ¿Debería abastecerme?

    En general, los australianos no están tan bien preparados para el desastre como nuestros parientes al otro lado de la zanja en Nueva Zelanda. que habitualmente tienen kits de emergencia en sus hogares debido a la prevalencia de terremotos. Sin embargo, el reciente verano de incendios, las inundaciones y las enfermedades deberían habernos dado a todos una llamada de atención para estar preparados.

    No es necesario que se apresure en este mismo momento para comprar varias docenas de latas de frijoles horneados, pero es posible que desee comenzar a ensamblar este tipo de kit. Mire la lista de kits de supervivencia de ABC, averigüe lo que ya tiene y lo que necesita obtener.

    Luego, puede hacer una lista de compras y reunir constantemente las cosas que necesita. Hecho de esta manera, da tiempo a las tiendas para reabastecerse y no dejar los estantes vacíos.

    Este artículo se ha vuelto a publicar de The Conversation con una licencia de Creative Commons. Lea el artículo original.




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