Tu experiencia sensorial del mundo es muy diferente a la de una hormiga. Llevar Cataglyphis hormigas del desierto, que viven en el abrasador Sahara del norte de África:tienen la increíble capacidad de dejar la seguridad de sus nidos subterráneos a plena luz del día, aventurarse varios metros en un calor indescriptiblemente intenso para buscar comida, y luego regresan directamente a su nido como si siguieran una cuerda invisible o un rastro de migas de pan. Es un truco de navegación útil, ¿Pero, cómo lo hacen?
Cataglyphis Las hormigas tienen un sistema de navegación dual:cuentan sus pasos y miden su propia velocidad de movimiento en relación con su entorno, y, porque sus ojos pueden detectar la luz polarizada, tienen una brújula óptica incorporada. Al leer el ángulo de polarización del tragaluz, pueden saber en qué dirección está su nido, haciendo posible volver antes de que se conviertan en pequeñas pepitas de hormiga carbonizadas.
Esto es bastante increíble, tú, frágil humano, puede contar pasos y buscar puntos de referencia, pero no tiene una brújula incorporada en sus ojos porque no puede ver la luz polarizada. Pero los científicos de la Universidad de Aix-Marsella han diseñado un robot que puede hacer ambas cosas, al igual que el Cataglyphis hormiga del desierto.
En la actualidad, la mayoría de los robots navegantes utilizan el GPS para llevarlos adonde se dirigen. El de seis patas AntBot de 5 libras (2,3 kilogramos), sin embargo, cuenta los pasos y utiliza un sensor óptico que detecta la luz polarizada, lo que le permite deambular hasta 46 pies (14 metros) alrededor de su base de operaciones y regresar con una precisión de hasta 0,4 pulgadas (1 centímetro).
Aunque los diseñadores de AntBot aún no han descubierto cómo hacer que navegue de noche o en distancias extremadamente largas, se necesitarán nuevas tecnologías de navegación para conseguir coches, barcos y aviones adonde deben ir en el futuro. Tal vez las hormigas puedan ayudar a señalar el camino hacia una respuesta.
Eso es interesanteGrillos langostas Escarabajos de estiércol, abejas y mariposas monarca, además de las hormigas del desierto, todos toman las señales de navegación del tragaluz polarizado.