* Extinción: Este es el resultado más probable. Si el entorno cambia demasiado rápido o drásticamente, y una especie no posee los rasgos necesarios para hacer frente a las nuevas condiciones, simplemente puede morir. Esto podría deberse a la falta de alimentos, agua, refugio o la incapacidad para escapar de los depredadores.
* disminución de la población: Incluso si una especie no se extinguirá directamente, la falta de adaptación puede conducir a una disminución significativa en el tamaño de la población. Esto hace que la especie sea más vulnerable a más cambios ambientales, enfermedades o competencia de otras especies.
* Rango geográfico limitado: Las especies pueden verse obligadas a moverse a áreas donde el medio ambiente es más adecuado, lo que lleva a un rango geográfico más pequeño y potencialmente aislamiento.
* Presión evolutiva: Si bien no se adapta a corto plazo, el cambio ambiental puede crear una fuerte presión selectiva. Esta presión podría, con el tiempo, conducir a la evolución de los nuevos rasgos que permiten a algunas personas sobrevivir en el entorno cambiado. Sin embargo, este proceso puede tomar muchas generaciones y puede no ser lo suficientemente rápido como para salvar a la especie.
Ejemplos:
* El dodo: Este pájaro no volador se extinguió después de la llegada de humanos e introdujo especies a su hogar en la isla. Carecía de la capacidad de adaptarse a los nuevos depredadores y competidores.
* El tigre de Tasmania: Este depredador marsupial fue impulsado a la extinción debido a la pérdida de hábitat y la caza de humanos. No podía adaptarse al entorno cambiante.
* El oso polar: El cambio climático está derritiendo el hielo marino, el principal campo de caza del oso polar. Mientras que algunas personas se están adaptando, el impacto a largo plazo sigue siendo incierto y la especie enfrenta una amenaza grave.
Es importante tener en cuenta que la evolución no es una garantía de supervivencia. Algunas especies simplemente carecen de la variación genética o el tiempo para adaptarse a los rápidos cambios ambientales. La capacidad de adaptarse depende de los rasgos específicos de la especie, la gravedad y la velocidad del cambio ambiental y otros factores como la competencia y la depredación.