Mecanismos de defensa:
* espinas: Quizás la adaptación más obvia, los cardos están cubiertos de espinas afiladas. Estos actúan como un elemento disuasorio contra los herbívoros, evitando que consuman la planta.
* Sabor amargo: Las hojas de cardo contienen compuestos amargos, haciéndolas desagradables para muchos herbívoros.
* Químicos tóxicos: Algunas especies de cardo contienen sustancias tóxicas que pueden ser perjudiciales para los animales que intentan comerlas.
Hábitos de crecimiento:
* Taproots profundos: Los tipos tienen tapro de grifos largos y profundos que les permiten acceder a agua y nutrientes en las profundidades del suelo. Esto es particularmente importante en entornos secos o pobres en nutrientes.
* Crecimiento rápido: Los cardos son plantas de rápido crecimiento, lo que les permite competir de manera efectiva con otras plantas por recursos.
* rosetas: Muchas especies de cargos forman rosetas de hojas cercanas al suelo, lo que les ayuda a conservar agua y energía.
Reproducción:
* semillas dispersadas por el viento: Las semillas de cardo tienen un pappus esponjoso (una estructura de paracaídas) que les ayuda a dispersarse por el viento a largas distancias. Esto permite que los cardos colonizaran nuevas áreas de manera efectiva.
* Gran producción de semillas: Una sola planta de cartos puede producir miles de semillas, asegurando la supervivencia de la especie.
Tolerancia ambiental:
* tolerante de la sequía: Los cardos a menudo se encuentran en áreas secas y soleadas, lo que demuestra su capacidad para resistir las condiciones de sequía.
* tolerante del suelo pobre: Pueden crecer en una variedad de tipos de suelo, incluidos suelos rocosos y pobres en nutrientes.
En general, los cardos han desarrollado una gama de adaptaciones que les permiten prosperar en entornos desafiantes. Estas adaptaciones, incluidas sus espinas, sabor amargo, raíces profundas y semillas dispersadas por el viento, han contribuido a su éxito como especies de plantas generalizadas y a menudo persistentes.