Los diamantes están hechos completamente de átomos de carbono dispuestos en una estructura cristalina muy específica. Esta estructura los hace increíblemente fuertes y resistentes a los rascados. Son el material natural más duro conocido en la escala de dureza de Mohs, que clasifica a los minerales en función de su capacidad para rascar otros minerales.
Si bien hay materiales sintéticos que son aún más duros que el diamante, sigue siendo la sustancia más dura natural.