entornos acuáticos:
* agua dulce: Las cianobacterias son abundantes en lagos, estanques, ríos, arroyos e incluso charcos. Prosperan en aguas ricas en nutrientes, a menudo formando flores densas que pueden afectar negativamente la calidad del agua.
* marine: Están presentes en océanos, mares y estuarios. Algunas especies incluso forman relaciones simbióticas con otros organismos, como los líquenes.
* humedales: Los pantanos, las marismas y los pantanos son hábitats comunes para las cianobacterias, particularmente aquellos adaptados a condiciones de bajo oxígeno.
entornos terrestres:
* Suelos: Las cianobacterias se pueden encontrar en varios tipos de suelo, especialmente en entornos secos y pobres en nutrientes. Contribuyen a la fijación de nitrógeno del suelo, un proceso vital para el crecimiento de las plantas.
* rocas: Algunas especies pueden colonizar rocas, particularmente en lugares duros y expuestos.
* Lichens: Como se mencionó anteriormente, las cianobacterias forman una parte clave de la relación simbiótica que constituye líquenes.
Otros entornos:
* aguas termales: Las cianobacterias son conocidas por su capacidad de prosperar en ambientes extremos, incluidas las aguas termales con altas temperaturas.
* nieve y hielo: Algunas especies incluso pueden sobrevivir en la nieve y el hielo, jugando un papel en el ciclo de nitrógeno en estas regiones frías.
Factores que influyen en el hábitat:
* Disponibilidad de nutrientes: Las cianobacterias prosperan en entornos con abundantes nutrientes, como el nitrógeno y el fósforo.
* luz solar: Son organismos fotosintéticos y requieren luz solar para el crecimiento.
* Temperatura: La mayoría de las especies prefieren las temperaturas cálidas, pero algunas pueden tolerar el frío o el calor extremo.
* ph: Pueden sobrevivir en una amplia gama de niveles de pH, desde ácido hasta alcalino.
nota: Si bien las cianobacterias pueden ser beneficiosas en ciertos ecosistemas, sus flores pueden plantear riesgos ambientales y para la salud. Pueden producir toxinas que dañan la vida silvestre y los humanos, impactan la calidad del agua e interrumpen los ecosistemas acuáticos.