Sin embargo, cuando las especies alienígenas * hacen * tienen éxito, generalmente se debe a una combinación de factores:
* Falta de depredadores y competidores naturales: En su nuevo entorno, las especies invasoras pueden no enfrentar los mismos depredadores o competidores que controlaron su población en su rango nativo. Esto les permite reproducirse rápidamente y propagarse.
* Clima y recursos adecuados: El nuevo entorno puede tener condiciones adecuadas para que las especies invasoras prosperen, como la temperatura adecuada, la lluvia y las fuentes de alimentos.
* Ausencia de enfermedad: Podrían escapar de las enfermedades que mantuvieron a su población en control en su entorno original.
* rasgos adaptativos: Algunas especies pueden poseer rasgos específicos que las hacen particularmente adecuadas para el nuevo entorno.
* Actividades humanas: Las actividades humanas como la agricultura, el transporte y la modificación del hábitat pueden crear inadvertidamente condiciones que favorecen la propagación de especies invasoras.
Sin embargo, es importante recordar que incluso si una especie alienígena prospera inicialmente, puede tener un impacto negativo significativo en el ecosistema nativo:
* Competencia con especies nativas: Las especies invasoras pueden superar las especies nativas para obtener recursos, lo que lleva a disminuciones en sus poblaciones.
* Depredación: Pueden aprovecharse de las especies nativas, interrumpiendo las redes alimentarias.
* Transmisión de la enfermedad: Las especies invasoras pueden introducir nuevas enfermedades en el ecosistema, dañando las poblaciones nativas.
* Alteración del hábitat: Pueden alterar la estructura física del medio ambiente, afectando negativamente a otras especies.
En conclusión, el éxito de una especie alienígena depende de una interacción compleja de factores, y aunque algunas especies pueden prosperar, su impacto en el nuevo ecosistema puede ser significativo y a menudo dañino. .