Las montañas se forman por el movimiento de placas tectónicas. Cuando dos placas chocan, una puede verse obligada a moverse debajo de la otra, un proceso llamado subducción. A medida que la placa desciende, se calienta y se funde, formando magma. Este magma sube a la superficie y entra en erupción formando volcanes. Con el tiempo, los volcanes se acumulan y forman cadenas montañosas.