Suelos de colores claros: Los suelos de colores claros, como el blanco, el gris o el amarillo pálido, suelen indicar un bajo contenido de materia orgánica. Estos suelos suelen ser menos fértiles y pueden requerir nutrientes adicionales para favorecer el crecimiento saludable de las plantas.
Sin embargo, el color del suelo por sí solo no determina la fertilidad. Otros factores como la textura del suelo, el pH, el drenaje y la composición de nutrientes también desempeñan papeles cruciales en la determinación de la fertilidad del suelo. Se recomienda un análisis del suelo para evaluar con precisión la fertilidad del suelo y determinar los requisitos de nutrientes específicos.